El cuento folklórico es
un tipo de narración oral perteneciente al campo de la tradición
oral y que se
manifiesta, principalmente, a través de la comunicación directa de un narrador,
que lo sabe de memoria, frente a un auditorio.
Los cuentos folklóricos son anónimos y no tiene una versión fija. Cada
nueva narración, incluso en el caso de que sea el mismo narrador, es también un
acto de creación, siendo las diferencias entre unas y otras versiones
minúsculas o más importantes. Además, también se producen variantes dependiendo
de la región geográfica en las cuales estos cuentos forman parte del folklore local.
A la hora de adaptar un cuento debemos tener
en cuenta que tenemos que mantener los roles del cuento verdadero. Aunque
cambiemos el aspecto físico o el sexo,la esencia del personaje debe seguir
siendo la misma.
El cuento que vais a leer a continuación y siguiendo la psicologia cognitiva de Piaget puedo decir que va dirigido a niños de 10 años como mínimo.
Según Piaget a partir de los diez años eñ niño acepta la realidad. En este momento evolutivo la literatura le ayuda a asumir el papel que el mismo desempeña dentro de la sociedad. El cuento aun teniendo muchos aspectos fantásticos ( la estatua Manuela) también refleja problemas diarios como el alcohol, el abandono de los niños, el abuso de unas personas hacia otras, el egoísmo, el interés,la solidaridad, el amor..
Siguiendo la clasificación de Vladimir Propp mi cuento se trataría de un cuento de hadas o maravilloso que tienen como característica principal la aparición de al menos un personaje mágico-fantástico.
En la adaptación que he hecho sigo
manteniendo la línea temporal
(introducción, nudo y desenlace).
Y haya va..
Clara es una chica de apenas 20 años que por
una tragedia familiar tuvo que abandonar su hogar.
Cuando era una niña de tan solo 5 años sus
padres murieron en un accidente de barco, una terrible tormenta hizo
desaparecer el barco en el que viajaban.
Clara tenia otras 2 hermanas Laura y Sara.
Al recibir
la terrible noticia las tres hermanas fueron separadas. Laura y Sara
permanecieron juntas, las adopto la misma familia pero Clara fue trasladada a
una casa de acogida.
Estuvo llendo de un lugar a otro, bajo la
tutela de una horrible señora muy mayor, que abusaba de ella haciéndola
trabajar todas las horas del día,mientras ella bebía y se pasaba los días
enteros de bar en bar con sus amigos.
Clara trabajaba duro sin recompensa alguna.
Hasta que un día decidió que era el momento
de regresar a su casa en busca de sus hermanas.
Pero para su sorpresa ,cuando llego ,nada era
como Clara había imaginado. Sus hermanas pertenecían a una clase social muy
alta, tenían mucho dinero, estaba a la espera de encontrar un marido a su
altura para casarse.
Cuando Laura y Sara la vieron, la miraron con
desprecio y le dijeron –No eres nuestra hermana,¡ no vuelvas por aquí ! Y le
advirtieron que si volvía llamarían a la policía. Ambas claudicaron con la
siguiente afirmación “Nosotras no tenemos ninguna hermana”
Clara había pasado de todo en sus veinte años de
vida, pero nunca se había sentido tan triste, se decía así misma una y otra vez
“Madre mía que voy hacer yo ahora, estoy sola, completamente sola”
Clara se siente completamente desesperada, no
sabe que va ser ahora de ella.
Mientras paseaba en la noche fría de las calles de Madrid ,sin
nada con lo que abrigarse se encontró con que una estatua se movía, de repente
la figura de una mujer en una fuente ¡cobraba vida!.
Clara estaba apunto de salir corriendo cuando
la estatua pronuncio su nombre con un sonido tan suave que al escucharlo todos
los temores desaparecieron.
La estatua se presento:
-Hola me llamo Manuela, le dijo. Y si me
dejas me gustaría ofrecerte un trato. Se quien eres, y por eso creo que te
mereces una oportunidad. Creo que durante toda tu vida no se te ha brindado
ninguna. Pero como sabes toda recompensa requiere un esfuerzo, un compromiso.
Clara que no sabia ni que decir asintió y le
dijo:
-Estoy desesperada, ¡Ayúdame! Hare lo que me
pidas.
La bella estatua le dijo
-Yo te ofrezco riquezas y una vida
maravillosa a cambio de que durante siete años luzcas un aspecto que hará que todas
las personas de tu alrededor te rechacen.
Si logras aguantar esos siete años y seguir
adelante, yo te daré la suficiente riqueza para que sea feliz el resto de tu
vida.
En todo este tiempo, no podrás asearte
,tendrás que vestir con lo mismo y continuar con la misma apariencia.
Clara estaba tan desesperada que acepto sin
dudar, ni siquiera le pregunto a la estatua de que se trataba. Estaba dispuesta
a todo, ya nada podía ser peor.
Al terminar la conversación la estatua vuelve
a su estado normal, queda totalmente congelada y entonces Clara ve su reflejo
en un charco de agua.
¡Madre mía! Tenia un abrigo enorme encima que
por mucho que lo intentaba no se podía quitar, su precioso rostro había
desaparecido, su pelo ya no era pelirrojo sino negro y sus ojos marrones
estaban tapados con unas horribles gafas. Pero lo peor era la nariz, ¡le había
salido una nariz desproporcionada!.
Al principio, Clara no noto grandes cambios,
al revés, en parte se sintió muy aliviada porque por fin tenia dinero para
comer y dormir en sitios decentes, incluso lujosos.
Aunque su aspecto no era el que ella deseaba,la gente si se acercaba a ella, le hablaban e incluso querían compartir tiempo
con ella, todo esto por el dinero que tenia, naturalmente.
Pero con el tiempo Clara cada vez tenia peor
aspecto, empezó a envejecer a un ritmo desproporcionado y su falta de higiene
hacia que nadie se le quisiera acercar.
No la dejaban dormir en ningún sitio, le
cerraban las puertas en todos lados a pesar del dinero que tenia.
Nadie quería escucharla, las apariencias
importaban mas que todo lo demás.
Hasta que una noche Clara se encontró con una
niña.
Ella estaba durmiendo en un banco sola una
noche mas, cuando una niña de unos siete años se le acerco y le cogió la mano.
Clara se sobresalto y le dijo:
-Pequeña no te acerques, hace mucho tiempo
que no me doy un baño y no quiero pegarte ninguna enfermedad.
La niña le tendió la mano y le dijo:
-No me importa, quiero ayudarte. Ven a casa
conmigo.
Clara estaba sorprendida, no se lo podía
creer y le dijo:
-¿Qué van a decir tus padres? No creo que me
dejen entrar en tu casa.
Pero la niña se mostraba muy segura de si
misma e insistió en que Clara debía acompañarla.
Cuando llegaron a la casa, Clara se quedo impresionada. No era lo que
ella esperaba. Se trataba de una casa de acogida, estaba llena de niñas como
ella cuando era pequeña.
Cuando entraron en la casa la niña que la
había recogido del banco le dijo a las otras.
-He encontrado a nuestra nueva mama, ella nos
ayudara y nosotras la ayudaremos a ella. Esta sola en este mundo como todas
nosotras. Se que es buena y nos va tratar bien.
Clara rompió a llorar, las niñas del orfanato
no entendían porque pero inmediatamente corrieron para abrazarla. Clara era
feliz.
Pasaron los meses y los años y se convirtieron en una gran familia. Las
niñas le preguntaron a Clara que porque no se duchaba nunca y las obligaba a
que ellas si lo hicieran y Clara le dijo que no podía contarlo pero que algún
día lo haría.
Una tarde cualquiera sonó el timbre de la
casa y era Hugo el cartero ¡Madre mía! A clara le encantaba Hugo, y la verdad
es que el siempre la miraba de una forma especial.
Cada vez que iba a dejar el correo insistía
en que salieran a tomar algo, pero a pesar de la insistencia de el y del resto
de niñas Clara se negaba.
Hugo era todo un conquistador, le regalaba
flores, bombones…Cada semana venia con un regalo.
Con el paso del tiempo Clara se dio cuenta de
que lo que realmente sentía por Hugo era amor y que tal vez el también sintiera
lo mismo. ¿Qué otra explicación podría haber? No era guapa, olía mal y vestía
como un mendigo, desde que se conocían nunca se había cambiado de ropa..
Y por fin llego el día ¡ Habían pasado ya 7
años! Clara se despidió de todas sus niñas y de Hugo, su queridísimo Hugo.
Ninguno quería dejarla marchar, le suplicaron
que no se fuera pero ella les dijo que volvería.
-Sois mi hogar, mi familia, mi vida. No
imagino sitio mejor para estar que con vosotros. Os quiero
Antes de partir partió una tela en tres
trozos. Un se la dio a la niña que la rescato de la soledad aquella noche ,
otro a su querido Hugo que tantas sonrisas le había sacado y el tercer trozo se
lo quedo ella.
-Esto servirá para que pase lo que pase
siempre nos reconozcamos.
La niña se lo ato en uno de sus tobillos,
Hugo se lo ato en la muñeca izquierda y se despidieron de ella con la esperanza
de volverla a ver.
Clara había envejecido muchísimo, tenia la
apariencia de una señora de setenta años, le costaba andar y su movilidad era
muy reducida por lo que tardó varias horas en llegar al lugar.
Por
fin llego, se encontró con su estatua. A los diez minutos de estar allí la
estatua recobro vida, exactamente igual que había hecho siete años atrás.
Manuela, que así se llamaba, parecía contenta
-Sabia que no me ibas a decepcionar, en
cuanto te ví supe que eras un triunfadora a la que no le habían dado nunca una
oportunidad.
Clara se puso a llorar, le temblaban las
piernas, a penas podía mantenerse en pie. Le
dio las gracias por todo.
-Gracias a ti tengo una vida, soy feliz, tu
me has proporcionado un hogar, algo que nunca había tenido. A pesar de mi
aspecto soy una mujer feliz.
-Gracias a ti Clara, Adiós.
Cuando Manuela se volvió a congelar, Clara se
dio la vuelta para volver a su casa, estaba deseando volver a su casa con su
familia y ni siquiera reparo en su aspecto.
De repente se miro las manos y se dio cuenta
de que ya no tenia las manos de una señora de setenta años.
Salió corriendo y paro a mirarse en el
reflejo de un escaparate, allí pudo ver de nuevo a la niña de 20 años que
conocía, estaba preciosa. Lucia un vestido de color blanco, era toda una señorita.
Clara paseo por la ciudad de Madrid mas
contenta que nunca, todo el mundo la miraba y la sonreía. Estaba pletórica. Y
por fin llego el momento. Estaba en frente de la casa. Se coloco el pañuelo
como cinta del pelo y llamo al timbre. Al minuto una niña abrió la puerta, la
observo durante un segundo y enseguida supo que se trataba de ella, Clara su
madre, la que para todas ellas era su madre.
La abrazo y gritando aviso a las demás niñas.
-Corred corred Clara ha vuelto, ¡mama esta aquí!
Todas las niñas fueron a la puerta y la
achucharon fuertemente. ¡Clara casi no podía ni respirar! Estaba feliz.
La puerta de la casa estaba abierta de para
en par y alguien mas se unió a la fiesta. Clara estaba de espaldas, asi que Hugo
no pudo verla.
-¿Que ocurre aquí?¿Quien es usted? ¿Y quien le
ha dado permiso para entrar?. La jefa de la casa no se encuentra y ahora mismo
yo estoy al mando.-dijo.
Al escuchar su voz Clara se giro y le miro a
los ojos, el se quedo embobado ¿Quién seria esa mujer tan hermosa?-se pregunto.
Pero pronto se fijo en el viejo trozo de tela
que la joven tenia en el pelo, era igual que el trozo que tenia el atado a su
muñeca.
Ambos se unieron en un fuerte abrazo y las
chicas empezaron a silbar y a celebrar.
Unos meses después la casa de acogida no
tenia nada que ver con lo que era antes, Clara había invertido parte de su
fortuna en reformarla entera.
Había nuevas niñas en la casa, muchas de las
antiguas niñas fueron adoptadas y Hugo y Clara se quedaron con Noa la niña que
rescato a Clara de la tristeza y la soledad.
Fin.